lunes, 8 de junio de 2009

No son ustedes los que me eligieron a mi, sino yo quien los elegí.

«Estamos viviendo una aventura juntos, en verdad estamos buscando
quienes somos. El Espíritu nos revela poco a poco el lugar que ocupan en la iglesia
las nuevas comunidades. Su surgimiento ofrece nuevas luces para la evangelización».
Benedicto XVI

Llamados por Dios y guiados por el Espíritu Santo decimos sí a su invitación personal, poniendo nuestras vidas a la causa del Reino, imitando en nuestra forma de vivir a Cristo.
Queremos constituir una comunidad de vida de hermanos en la que estamos decididos a vivir radicalmente este seguimiento. Aspiramos a una vida común, sumergidos en la trinidad; viviendo la Paternidad de Dios, la hermandad de Jesús y la vida en el Espíritu Santo, para tener un solo corazón y una sola alma (Hech. 4,32). Con nuestro Si a su llamado (Jn. 15,16) buscamos vivir una consagración total de nuestra persona y ser con nuestras vidas, signos de la vida futura.

Queremos dedicarnos a la evangelización a través de la predicación y la música, mediante el testimonio y el apostolado. Deseamos trabajar en total comunión con la Iglesia Católica Apostólica Romana y con la Renovación Carismática Católica que reconocemos como corriente de gracia, donde hemos tenido nuestro encuentro personal con Jesucristo y hemos experimentado la fuerza del bautismo en el Espíritu Santo. Deseamos vivir nuestra entrega como comunidad de vida, haciendo visible la presencia del Señor transfigurado donde nos encontremos.
Buscamos transformar con la fuerza de la Palabra de Dios que es viva y eficaz (Hb. 4. 12), los criterios de este mundo y los modelos de vida (Rm. 12, 2). Poner vida donde hay muerte con el anuncio gozoso del evangelio para que así se alcance ir a la verdadera libertad de los hijos de Dios (Rm. 8,21), porque donde está el Espíritu Santo, allí está la libertad (2 Cor. 3,17), sin olvidar jamás que el Reino de Dios es justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo (Rm. 14,17).
Deseamos ser instrumento para que toda persona descubra el amor salvífico de Dios por nuestra propia experiencia de vida, en la que sentimos no podemos callar lo que hemos visto y oído (1 Jn 1,3), para que todo hombre y mujer crea.
Nuestra alianza como la entendemos, es el compromiso deliberado y libre que hacemos con Dios, de animarnos y ayudarnos unos a los otros a poner en práctica los medios básicos de crecimiento en la vida cristiana. (Cf. CIC c. 1191; CEC 2101-2103)



Que significa ADONAI?
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Adonai, אֲדֹנָי es uno de los tìtulos hebreos de Dios. Se usa más de 300 veces en el Tanaj (Antiguo Testamento para los cristianos) como una designación para Dios.[1]
Adonai es un plural (-i) con posesivo de primera persona singular (-a-), de Adon אָדוֹן que significa "señor", "amo" o "gobernante".
Varios gramáticos lo consideran un plural abstracto o general que expresa la totalidad del poder divino,[2] por lo que traducen literalmente este nombre como "mi Señor de señores", "mi Gobernante de todos" o "Gran Señor mío". Otros consideran que se trata de un plural de majestad, usado cuando alguien se dirige a un superior para señalar su grandeza: "mi Señores" o "mi Gran Señor".
Quienes no están de acuerdo con la interpretación trinitaria del nombre Elohim, insisten en que el plural de majestad también es usado por una persona con alta dignidad como afirmación de ella. Sin embargo, quienes rechazan la interpretación del nombre Adonai como plural de majestad, anotan que tal forma de plural no ocurre en hebreo y por tanto debe considerarse como plural general que sí ocurre en hebreo.

Relación con otros Nombres de Dios [editar]
En forma similar a lo ocurrido con la pluralidad o singularidad de Adonai, ha existido debate en torno al uso de otro nombre hebreo de Dios, Elohim אָבִיר plural que también se usa en forma consistente con verbos singulares, y con adjetivos y pronombres en el singular y que podría significar como plural general "Dios por sobre todos los dioses" o "Dios de todo" o ser simplemente un plural de majestad. Sin embargo, como al hablar Elohim lo hace como "nosotros" (Genesis 3:22), o "nuestro" (Isaias 6:8) o conjugando su acción en plural (Genesis 1:26,11:7), algunos cristianos interpretan estas palabras plurales como expresión de la pluralidad de personas en el único Dios, es decir como expresiones de la Trinidad de Dios,[3] cosa que los judíos no pueden admitir de ningún modo.
Ya que pronunciar YHWH es considerado pecaminoso por el pueblo judío, se acostumbraba a leer siempre Adonai como reemplazo en las oraciones donde el texto indica el tetragramatón, y a decir Hashem en el lenguaje coloquial. Cuando los Masoretas agregaron las puntuaciones vocales al texto de la Biblia Hebrea en el siglo I, añadieron las vocales de Adonai, para recordar al lector que debía pronunciar dicha palabra y no YHWH.
De manera semejante, la versión griega de la Biblia llamada Septuaginta, traduce יהוה como κύριος (kürios Señor).
En contextos cristianos se considera el uso del nombre Adonai como un reconocimiento claro de que "Dios es el Señor".
La Santa Sede, siguiendo una directiva de Benedicto XVI, pide omitir el término «Yahvé» en la Liturgia, oraciones y cantos: El texto explica que este término debe traducirse de acuerdo al equivalente hebreo «Adonai» o del griego «Kyrios» (11 de septiembre de 2008).[4]

Notas [editar]
Alden, Robert L. (1980) "Adon"; Theological Wordbook of the Old Testament 1:13. Chicago: Moody Press.
Heilen, E. "Adonai"; Enciclopedia Católica: "gramáticos hebreos, distinguen un plural virium, o virtutum".